Se acabó el gran sueño madridista de la temporada 2009/ 2010: “El Triplete”. Como si conseguirlo fuera tan fácil. No basta con gastarse 265 millones de euros en los mejores futbolistas del mundo. Hace falta algo más. Algo imprescindible que el Real Madrid no consigue, estilo de juego. Una forma de ver el fútbol, unos valores en el campo.
Un presidente que la tarde previa al partido de la “remontada” afirma que no ganar títulos este año no sería un fracaso, es porque algo se huele. Yo si fuese presidente de un club como el Real Madrid, que ha invertido tanto dinero para rescatar la ilusión de una hinchada que veía como su máximo rival se hacia dueño y señor del fútbol mundial, no me puedo permitir afirmar que no sería un fracaso.
Está claro que la misión de este Real Madrid es conseguir crear un equipo, un conjunto de jugadores que tengan unos conceptos claros y el mismo objetivo. A parti de ahí, los logros vendrán solos.
La duda que se presenta es si esta misión la debe llevar a cabo Pellegrini o un sustituto. El señor Florentino afirmó ayer que estaba seguro que Pellegrini terminaría la temporada, pero visto el encuentro de anoche, esa afirmación se desvanece. Algo debe de cambiar en este Real Madrid, y por norma general se empieza por el entrenador.
A pesar de todo debo felicitar al Alcorcón, un equipo de tercera que nos ha demostrado la grandeza del deporte que muchas veces se nos olvida: competitividad, profesionalidad, ganas y sobre todo, ilusión.
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