
¿Robo o acierto?, en la última jugada del partido Pete Mickeal se juega la bola ganadora, cuando lanza el balón hace un extraño y un jugador del Partizan barre la pelota cuando ya ha sonado la bocina.
Según el reglamento: “el balón no se puede tocar tras sonar la bocina si hay alguna posibilidad de que éste entre”. Los árbitros después de estar más de 15 minutos decidiendo si era legal o no, o si la pelota iba a entrar. Terminaron con la polémica dando la razón al equipo de casa, y más les valía, porque detrás había nada más y nada menos que 14.000 espectadores.
Imágenemos por un segundo que los colegiados deciden que el Regal Barca tiene razón y que la canasta vale. ¿ Cómo hubiesen reaccionado esas 14.000 almas en uno de los pabellones más peligrosos de Europa? No lo quiero saber.
Pero la realidad es otra, y los catalanes han roto su imbatilidad en la Euroliga. En el mes de enero ya han vuelto a la realidad. Por fin son terrenales.
A pesar de todo esta derrota no es buena para las aspiraciones del conjunto de Pascual. Ya que se podrían complicar su pase a las siguiente fase.
No empezaron bien las cosas para Ricky y compañía. El Partizan salió más enchufado que los catalanes y le endosaron un parcial de 10-0. A partir de ese momento estuvieron a remolque hasta el final, y aunque la polémica está servida, no dieron la talla durante el partido. Los de Xavi Pascual estuvieron lentos, sin imaginación, no encontraban el ritmo del partido. Sólo se apreció mejoría en el tercer cuarto, cuando Navarro tomó las riendas del equipo. Así todo un final ajustado, con una última posesión y como no, la polémica.
El Regal Barca ya ha anunciado en su página web que recurrirá el encuentro. A su favor el partido de 2001 entre AEK y el entonces Baskonia. Que se repetió, porque los griegos habían ganado el encuentro con una canasta fuera de tiempo.
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