viernes, 18 de diciembre de 2009

Mané Garrincha, la alegría del pueblo.


Cuando él estaba allí, el campo de juego era un picadero de circo; la pelota un bicho amaestrado; el partido, una invitación a la fiesta. Garrincha defendía a su mascota, la pelota, y juntos cometían diabluras que mataban de risa a la gente. Él saltaba sobre ella, ella brincaba sobre él, ella se escondía, él se escapaba, ella lo corría. En el camino los rivales se chocaban entre sí”.Estas fueron las palabras que utilizó Eduardo Galeano, prestigioso escritor uruguayo, para definir a Manuel Francisco dos Santos, Garrincha (1933- 1983).

La alegría del pueblo o chapín del fútbol, fue así como llamaron a uno de los mejores jugadores que ha dejado la historia del fútbol. Brasileño de nacimiento, Río de Janeiro le vio nacer el 28 de octubre de 1933, en la ciudad de Pau Grande.

Campeón del mundo en Suecia 58 y Chile 62, considerado el 8º mejor futbolista de la historia, nombrado mejor jugador del mundial de Chile y 4º mejor jugador sudamericano del siglo. Pero este virtuoso del balón no lo tuvo fácil para abrirse un hueco en el mundo del fútbol.

Nació con la pierna derecha 6 centímetros más grande que la izquierda, con la columna vertebral torcida y los pies girados 80 grados hacia adentro. Fue sometido a distintas operaciones para curar su anormalidad pero no funcionaron. Los médicos le habían aconsejado que se olvidase del fútbol. Pero él no desistió, y se pasó su infancia cazando, pescando, haciendo el amor y jugando al fútbol. Un hombre libre y puro, que llevó a que sus hermanos le apodasen con el nombre de un pájaro que habita en las selvas de Brasil: Garrincha.

Dio sus primeros pasos como futbolista en el equipo de la empresa textil en la que trabajaba. Su primer equipo profesional fue el Botafogo, tras haber sido rechazado por varios clubes por sus problemas físicos. Su debut fue en 1953 y pronto el mundo se daría cuenta que Garrincha había convertido sus problemas en una virtud.
Escurridizo, veloz, mágico, y con un regate único, capaz de enloquecer a cualquier defensa. Con estas señas disputó 3 mundiales de fútbol Suecia 58, Chile 62 e Inglaterra 66, y ganó dos de ellos. Junto a uno de las mejores delanteras de la historia, Didí, Vavá, Mario Zagallo y su gran compañero Pelé. Garrincha y Pelé formaron una dupla invencible, ya que nunca perdieron un partido jugando juntos en el mismo once. Dos formas de ver el fútbol totalmente distintas pero complementarias. Pelé era el futbolista perfecto técnicamente y Garrincha era descarado, atrevido, alegre y divertido.

Y no sólo dentro del campo con su juego, la alegría del pueblo, ha dejado anécdotas para la historia. “ Maestro, ¿hoy es la final?”,le preguntó, a Aymore Moreira seleccionador brasileño, antes de la final contra Checoslovaquia en el mundial de Chile. “ Ah, con razón hay tanta gente”.

Fuera de los campos Garrincha, era adicto a el tabaco y a el alcohol desde muy niño. Además de un vividor de las noches y apostador infatigable. Y él, te respondía ante sus adicciones: “ Yo no vivo la vida, la vida me vive a mí”.
Estuvo casado 3 veces, y tuvo 14 hijos reconocidos, pero su único amor fue Elsa Soares. Afamada cantante de zambas, con la que compartió 15 años de su vida.

La carrera deportiva de Garrincha terminó en 1972, pero antes pasó por el Corintias, el Flamengo, y por la liga colombiana y francesa. Dedicó sus último s años de vida al alcohol, sumido en la miseria. Con 49 años, un 20 de enero de 1983, Manuel Francisco dos Santos nos dejaba por culpa de una congestión pulmonar. “ Garrincha murió de su propia muerte: pobre, borracho y sólo” sentenció Galeano.

Sin duda Joao Saldaña, seleccionador de Brasil en México 70, tiene razón: “Dentro de 400 años , cuando se hable de fútbol, se hablará de Garrincha”.

1 comentario:

Unknown dijo...

Aunque quede mal decirlo, no tenia ni idea de quien era este futbolista brasileño, quizas por mi edad o por pura ignorancia, pero gracias a ti, ahora me he informado de él y de su histori.
Gracias por post como estos, que nos acercan al pasado.