Es así como califico lo que está ocurriendo estos días con la celebración de la copa de la reina del baloncesto femenino español.
El miércoles se hacia público que la competición se iba a celebrar en Zaragoza los días 9 y 10 enero pero con un cambio en el formato. En vez de ser 8 equipos quienes la disputasen (los 7 primeros de la clasificación mas el equipo organizador), serían 4 equipos. Un formato de semifinal y final.
¿A qué es debido este cambio?, pues bien, la situación es la siguiente. En un principio Rivas y la “Comunidad de Madrid” habían solicitado la celebración del torneo. Pero en el último momento la Comunidad de Madrid se negó.
Hecho que llevó a la Federación Española de Baloncesto a aceptar la propuesta de Zaragoza.
El cambio de 8 a 4 equipos viene predecedido por una ley establecida en las bases de competición que dicta literalmente: “las condiciones para la celebración de este evento quedarán reflejadas en el acuerdo propuesto por esta competición y aceptado por la FEB, siempre y cuando se designe una sede bajo estas condiciones antes del 30 de julio de cada temporada. Si llegada esta fecha no hay acuerdo, solamente participarán cuatro equipos".
Vamos que la razón por la que se ha cambiado el formato de competición es porque la sede tenía que haber estado elegida antes del 30 de julio, y como la "Comunidad de Madrid" ha expresado su negativa una vez que se había comprometido, se aplican estas condiciones.
Y yo ahora me pregunto, ¿qué va a pasar con la ilusión de esos equipos que con tan poco presupuesto tienen por ilusión disputar la copa, que les sirve como escaparate?
¿Qué va a pasar con un torneo que en los últimos años estaba ganando adeptos e importancia mediática? Todo el trabajo que tanto ha costado a clubes, jugadores, asociaciones… ¿tirado por una ley absurda?.
La reacción ante esta situación no se ha hecho esperar. Equipos como el Celta Indepo han mostrado su malestar ante esta decisión. Incluso la Asociación Nacional de Baloncesto Femenino, ya ha publicado en una nota de prensa su desacuerdo ante esta decisión y las consecuencias negativas que podrían conllevar para los clubes (como la pérdida de patrocinadores). Y ha mostrado su iniciativa para colaborar en todo aquello que permita que la copa de la Reina pueda disputarse con el mismo formato, 3 días de competición, 8 equipos y 1 ganador.
Y a todo esto, es una decisión que se ha tomado sin consultar a clubes, equipos, ni asociaciones. Esperemos que la Federación Española de Baloncesto y su presidente Jose Luis Sáez, mediten sobre esta situación y se encuentre una solución positiva para todos.
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